jueves, 4 de mayo de 2017

“El pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”

     

       “El pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo” (Jn 6, 44-51). Mientras los israelitas pensaban que sus padres habían recibido el pan del cielo, el maná del desierto, Jesús revela que ése no era “el verdadero pan del cielo”, porque ellos comieron el maná en el desierto y murieron; por el contrario, Jesús revela que Él dará ahora un pan nuevo, desconocido para el hombre; un pan que contiene en sí la Vida eterna y que el coma de este pan, no morirá: “Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera”. A diferencia del Pueblo Elegido, que recibió sí un maná bajado del cielo, pero igualmente murieron, porque este era solo figura del que habría de venir, Jesús promete ahora el Verdadero Maná bajado del cielo, que al dar la Vida eterna a quien lo consuma, no sólo impedirá que muera, sino que tendrá “la Vida eterna”, esto es, la vida misma de Dios Trino.
         “El pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”. ¿Qué es este pan que dará Jesucristo? Es su Carne, una vez que sea glorificada, cuando atraviese y cumpla su misterio pascual de Muerte y Resurrección. Así como su Carne mortal encierra la Vida Increada porque Él es Dios Hijo encarnado, así el Pan que Él dará será un Pan Vivo, que vive con la Vida misma Increada de Dios, porque ese Pan es Él, Cristo Dios, encarnado en el seno virgen de María y que prolonga su Encarnación en la Eucaristía. Él es, en la Eucaristía, con su Cuerpo glorificado y oculto bajo las apariencias de pan, el pan que es carne y que da la vida de Dios al alma: “El pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”. Jesús, Dios Hijo encarnado, Espíritu Purísimo y Dios consubstancial al Padre, que por esto mismo posee la Vida divina, por cuanto Él es la Vida Increada, se hace carne y se dona a su Iglesia bajo apariencia de pan, y así es el Pan de Vida eterna y el Pan Vivo bajado del cielo, que comunica la vida eterna a quien lo consume con fe y con amor: “Yo soy el pan de Vida. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo”.

         La Eucaristía es el Verdadero Maná bajado del cielo, el Pan Vivo que contiene la Carne del Cordero, que nos dona la vida misma de Dios Trino en cada comunión eucarística, alimentando nuestras almas en nuestro peregrinar, por el desierto del mundo y de la historia humana, hacia la Jerusalén celestial.

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